La elaboración de un censo definitivo de cimas de más de 3000 metros ha sido durante décadas motivo de interés por la gente y administraciones vinculadas con los Pirineos. Dentro del ciclo de conferencias y charlas gratuitas en el Campo Base que acompaña la celebración del Festival, el viernes 21 recibimos a los miembros de Sostremetries, una iniciativa nacida en la confluencia de dos pasiones: la montaña y la topografía. El grupo, constituido en asociación y compuesto por cinco profesionales de la topografía, tiene el ánimo de divulgar su oficio actualizando décadas de medidas que han quedado atrás por los avances tecnológicos y metodológicos u otras consideraciones ajenas a la propia topografía. Una parte de su labor se hace, obviamente, sobre el terreno en las mismas cimas, satisfaciendo esta pasión montañosa, con herramientas de alta precisión para obtener miles de datos que son ordenados e interpretados para elaborar sus conclusiones.
En el Festival presentaron los resultados recientes de uno de sus proyectos en marcha, The Pyrenean 3000ers, primera lista creada con medios topográficos de precisión, como LIDAR, una tecnología óptica de teledetección para medir distancias, al estilo de un radar o sonar, pero utilizando luz. Un proyecto que está reverberando en medios, administraciones públicas y montañeros, del que presentaron la metodología y criterios que siguen para llevarlo a cabo, y el trabajo detrás de los titulares. Una clase magistral para los no iniciados y una puesta al día por quienes conceptos como “prominencia” no resultan ajenos. Ésta, que es el desnivel mínimo que hay que descender desde una cima para llegar a cualquier otra cima de cota superior, y fijada en un mínimo de 10 metros en los años 90 —hecho no exento de debate—, no es el único, pero sí el criterio clave, para dictaminar qué es una cima. De ahí, conocimos la exclusión de “falsas cumbres” como el Pico Maldito y la Tuca de Culebras, o el ascenso de dos nuevas cumbres “invisibilizadas” en la categoría de tresmil. Una tarea con la que también identifican los cuellos sobre los que se sostiene el concepto de prominencia, corrigen errores y precisan la altura medida de cada cumbre que visitan, con este sistema de alta precisión que reduce las antiguas disparidades de metros, a centímetros o milímetros.
El proyecto The Pyrenean 3000ers sigue con la revisión de unas 85 cimas de más 3000 metros del Pirineo durante este año y el que viene, que más allá de lo estrictamente medible, sugiere debates, tanto dentro de la propia comunidad topográfica como desde otros ámbitos, en torno a la cuantificación de prominencia —diferente en cada sistema montañoso— y cómo ésta acaba incluyendo a más o menos cimas, algunas con un bagaje social e histórico, en un entorno que se puede beneficiar de su presencia más allá de criterios estrictamente topográficos.
Podéis estar al día y seguir sus evoluciones en https://www.instagram.com/sostremetries