Maurice Baquet fue un músico fantasioso de gran talento. Intérprete escénico, actor de cine, alpinista y esquiador, a lo largo de su variada pero coherente carrera, Baquet contribuyó a la imagen alegre y artística de la montaña. Para hablar de Maurice y de todas sus aventuras, quién mejor que su alter-ego: Cérébos, el violonchelo fiel que siempre le acompañó. De París a Chamonix, desde los escenarios de teatro hasta las placas de granito y pendientes nevadas, seguimos a Cérébos a lo largo del siglo pero, sobre todo... ¡sonriamos!